1 de junio de 2010 /// De Molinaseca a Ponferrada (León)

Llegó el día, el primer día del Camino.
Se pasó bien la noche en el abergue, a pesar de los ronquidos de algunos compañeros de habitación. Creo que más noches así y tendré que recurrir a los tapones,ja,ja.

Este albergue de Molinaseca si ofrece desayuno (3€), no todos lo hacen.



Dejo que salga el resto de peregrinos a la carrera y a la puerta del albergue, a las 8:40 h., disfruto de la tranquilidad de la mañana, empieza a salir el sol, me doy la crema solar (no la olvides, imprescindible), compro agua (más imprenscindible aún) y empiezo el Camino.



La duda que tienes siempre antes de empezar a caminar es si sabré encontrar bien las flechas y las indicaciones.
Todo el Camino está bien indicado, y con los días irás desarrollando la habilidad de saber por dónde caminar cuando alguna duda surja en cruces y caminos.
Esta es la primera flecha que ví y la que dio comienzo a mi Camino.
Nada te turbe. Adelante.











Siempre hay una flecha para guiar tu Camino.







Estoy a la entrada de Ponferrada.
Para 8 kilómetros ha estado bien la primera caminata. El cuerpo me pide más pero debo ir poco a poco, no estoy acostumbrado y aún me queda mucho para llegar a Santiago.



Bien indicado al entrar en Ponferrada.



Aprovecho a hacer algo de turismo por la ciudad.



El Castillo de los Templarios.
La Orden que tanto ayudó a los peregrinos y a defender la religión Cristiana.



Plaza de la Encina.






Basílica de Nuestra Señora de la Encina.









Para mí este Camino no es sólo caminar, sino dedicar tiempo a mi interior, a mis creencias, sentirlas con más tiempo y profundidad. Como creyente es un camino de búsqueda interior.

 










Sigo paseando por las calles de Ponferrada.

La Torre del Reloj.







El Ayuntamiento.



La Casa de la Radio y la vida de Luis del Olmo.


Después de comer, marcho hacia el albergue, el único que hay en Ponferrada.





Acaban de abrir hace un rato y hay cola para registrarse.
Aquí no cobran, piden la voluntad.






En el recinto hay una capilla, la del Carmen.



Fuera del edificio está la zona de limpieza de ropa y tendedero.





Tras la siesta me voy a dar una vuelta por Ponferrada y tomar un café.
Regreso a las 7 para la Oración Comunitaria en español, inglés, francés, alemán, italiano y portugués.
Es bonito encontrarte con creyentes de otros países y compartir la Fe.


































Los supermercados son lugares habituales donde encontrarte a peregrinos, como hoy comprando la cena para volver al albergue y cenar.





Salgo al patio y se ha puesto a llover mientras anochece.
Por lo que he visto hoy, hay mucho extranjero y los pocos españoles que he encontrado apenas entablan conversación; me viene bien para vivir mi Camino.
Hay poca gente que viaja sola, más bien en pareja o grupos.



Me siento bien tras mi primera etapa.
He sentido cada momento, cada cosa que he hecho, sin pensar en lo próximo, sin mirar el reloj...viviendo.
Sigo en el patio y sigue lloviendo.
Y una pareja toca la guitarra y canta, así sacan un dinero para ir de albergue en albergue.
La vida misma, la vida también en el Camino.



Ponferrada bien merece una parada, y sobre todo un almuerzo en el Restaurante "Las Cuadras" (www.hostallaencina.com/restaurante)
Pero el albergue no merece la parada, muy impersonal, si se pagara algo la gente valoraría más el alojamiento y estaría más limpio.
A Ponferrada volveré.
Hasta mañana.